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CICESE investiga los procesos implicados en el ciclo del agua - Pasado y futuro del agua |
Escrito por Adriana Castillo Blancarte on Miércoles, 03 de Octubre de 2012 19:03 |
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Conectando el pasado con el futuro del agua en el planeta
El Dr. Juan Carlos Herguera García del Departamento de Ecología Marina
de la División de Oceanología, está interesado en el calentamiento
y consecuentes cambios climáticos que experimentan los océanos a escala planetaria. Las investigaciones sobre cambio climático y calentamiento global son objeto de un extenso y preocupante debate científico con profundas, y por ahora ampliamente desconocidas consecuencias en su propagación a los ecosistemas marinos y sus pesquerías, al sistema planetario y sobre la especie humana. Juan Carlos Herguera está convencido que como especie humana, no nos dábamos cuenta de que podíamos afectar al planeta y sabe que los inicios de la afectación se ubican con el poblamiento agrícola masivo.
Tala de bosques, quema de combustibles fósiles,
incremento de la población humana y sobre todo emular el sistema de consumo de los países industrializados; causas distinguibles en la lista de factores que han modificado y están incidiendo en los ciclos del agua y del carbono. Lo que estamos haciendo en estos momentos, como especie, no tiene precedentes en el planeta.
![]() ![]() Las investigaciones de Juan Carlos se orientan en reconocer cómo está cambiando el clima a nivel regional y sabe que la corriente de California está incrementando su temperatura, que se está alterando la precipitación en todo el país y que hay mayor incidencia de eventos extremos como ciclones, huracanes y tsunamis, de lo que hubo en décadas pasadas.
![]() A nivel planetario hay sitios que emiten carbono y otros que lo absorben, mismos que estaban en balance antes de la revolución industrial. El problema es que lo estamos desbalanceando y así algunos de los efectos son el calentamiento global, la acidificación de los océanos y el incremento de la zona de mínimo de oxígeno en las aguas intermedias oceánicas, entre otros. Efectos que lamentablemente ya no podemos parar, siguen su camino de transformación planetaria. Pero ojo, a quienes estamos poniendo realmente en peligro es a la especie humana, estamos promoviendo nuestra extinción y la de otras especies más.
![]() ![]() Escucha a Juan Carlos Herguera comentar a qué quieren llegar con el conocimiento a escala mayor.
Juan Carlos orienta sus esfuerzos científicos a interpretar cuantitativa y cualitativamente registros en el pasado. Por ejemplo paleontológicos, anillos de árboles, anillos de crecimiento de corales y los sedimentos laminados. La memoria oceánica que este grupo de investigadores explora es del orden de miles de años y saben que el mayor componente de esos sedimentos es de arcillas provenientes de los continentes. Aunque no hay relojes en el sedimento, los investigadores tienen forma de datar con radio carbono 14. Uno de sus resultados relevantes es que saben que a lo largo de los últimos seis mil años hay una tendencia a la disminución de las arcillas oceánicas. Realizan paleo-oceanografía que se encarga de interpretar los sedimentos antiguos observando variables como la temperatura, salinidad, nutrientes, productividad oceánica, entre otros. Variaciones que tienen implicaciones en los paleo-climas y por supuesto marcan tendencia en lo que es el clima actual.
![]() Los resultados más recientes de Juan Carlos junto con su estudiante de maestría Cinthya Nava Fernández son, una reconstrucción de la precipitación de verano en la región NW de México a partir de un índice que liga la precipitación convectiva de verano sobre la Sierra Madre Occidental, que incluye el monzón mexicano y las tormentas tropicales, con el depósito de los sedimentos terrígenos transportados por procesos de escorrentía superficial hasta el talud oriental del bajo Golfo de California. También encontraron una disminución escalonada en la precipitación. Reconocen que el debilitamiento de la precipitación de verano durante los últimos 6 mil años parece responder a la atenuación de la insolación sobre el hemisferio norte durante el verano debido a la precesión de los equinoccios; la variabilidad solar parece tener un papel importante como control de las periodicidades significativas observadas, junto con otros forzamientos internos del clima como pueden ser las teleconexiones entre Atlántico Norte y el Pacífico Ecuatorial.
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